Por no dar la vuelta


Iba saliendo de Bogotá, por la cicloruta del humedal Juan Amarillo, cuando vi como se volcaba este carro de tomates a unos metros y me bajé a ayudarle al señor a recojer algunos, me dijo que todo fué por la pereza de dar la vuelta, pues se había dicho mentalmente: "llego a esa esquina y me devuelvo", pero estando allá creyó que podría superar el cambio de nivel con su inestable carro, sin embargo las cosas no salieron así...

En una ocasión se volcó, pero con guanábanas, perdiendo $800.000, afortunadamente ahora no fue tanta la pérdida.

Moraleja: es mejor vender tomates que guanábanas.

Prometo solemnemente dar la vuelta cuando llegue a la esquina.

Judith Correa

Directora del Hogar El Atardecer (Tenjo Cundinamarca), en donde mi papá vivió sus últimos años.
La visité el primer día de mi periplo.

Don William


Pasé a despedirme luego de salir de mi casa y le di mis datos.
Hoy por la mañana me llamó y la conversación fué más o menos así:

W: Aló, Alejandro?
A: Si, con quién?
W: Con William, el de los juegos
A: Si, ya se quien (estaba medio dormido)
W: Que hubo hermano, cómo va?
A: Bien, me ha ido bien afortunadamente
W: Que bueno, oiga me trajeron las cajas pero no están los discos, qué pasó con eso?
A: Cómo así?
W: Si, están vacías, las cajas de X-Box
A: No entiendo
W: Pues eso, faltan los discos de X-Box...
A: Usted con quién cree que está hablando?
W: ... Huy si... Usted es Alejandro el que está viajando, que pena, es que lo confundí con otro...
W: Y qué más?

1 Primer día. Bogotá–Facatativá (13 oct 06)

Por fin, luego de tantas dificultades y plazos vencidos, pude dar largada a esta aventura, ya era hora.
El recorrido del primer día estaba planeado para ser algo así como una despedida: visitar el hogar en donde vivió mi papa en el municipio de Tenjo y a mi familia en Faca.
El trayecto estuvo pasado por agua, tanta limpieza y mantenimiento de la bici para que luego de una hora de recorrido el barro la hubiera vuelto nada, pero no importó, igual tenia que salir algún día.
Llegue a las 7 de la noche a Faca, luego de montar una hora en la oscuridad, me paso que una de las linternas frontales tenia las baterías descargadas, de manera que en medio de la oscuridad de una vía sin iluminar tuve que desarmar mi equipaje para buscar las pilas de recambio, ya se que para la próxima deben estar más a la mano.

La verdad es que aparte de todas las cosas de logística yo estaba muerto del susto, los nervios me estaban consumiendo, como si todas las cosas malas que me pueden ocurrir me estuvieran esperando al salir de mi casa.

En total fueron casi 80 Km recorridos y una sensación constante de que estaba pedaleando para impulsar una locomotora, pero bueno, ahí vamos...

Lo que sigue: Facatativá-Melgar (Tolima)