Por no dar la vuelta


Iba saliendo de Bogotá, por la cicloruta del humedal Juan Amarillo, cuando vi como se volcaba este carro de tomates a unos metros y me bajé a ayudarle al señor a recojer algunos, me dijo que todo fué por la pereza de dar la vuelta, pues se había dicho mentalmente: "llego a esa esquina y me devuelvo", pero estando allá creyó que podría superar el cambio de nivel con su inestable carro, sin embargo las cosas no salieron así...

En una ocasión se volcó, pero con guanábanas, perdiendo $800.000, afortunadamente ahora no fue tanta la pérdida.

Moraleja: es mejor vender tomates que guanábanas.

Prometo solemnemente dar la vuelta cuando llegue a la esquina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

curioso que el tipo con todo y la experiencia de haber perdido $800.000 en guanábans ... haya vuelto a cometer el mismo error.

Bueno, a lo mejor "curioso" no es la palabra.